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domingo, 7 de octubre de 2012

En busca del horizonte perdido: Las Escuelas Taller


La Escuela Taller no propone asignaturas, propone obras y problemas cuya solución pasa por la capacitación y el aprendizaje manual y éste necesita del aprendizaje teórico como herramienta para mejor realizar la tarea.  Así teoría y práctica no son antagónicos, sino complementarios y se alimentan mutuamente.
José María Pérez González (Peridis)y Julio Martín Casas
Asesores del Programa Escuelas Taller



Fotos de Antonio Moriel  
Hace no muchos años, en enero de 2001, tuvimos la ocasión en una charla debate en el Club Diario Levante de conocer las opiniones de dos de nuestros eurodiputados que conocían de cerca las políticas activas de empleo y en concreto el Programa de las Escuelas Taller: Manuel Pérez, del partido popular y Alejandro Cercas, del partido socialista. El tema de la charla debate, que había levantado mucha expectación, era el siguiente: Políticas activas de empleo en el horizonte 2006. En aquella ocasión, tuve el placer de moderar este debate que fue muy positivo y participativo gracias a la gran afluencia de asistentes.
El eurodiputado socialista sostuvo que se necesitan políticas para absorber el paro y que la FORMACIÓN es la única herramienta para conseguirlo. El Programa de las ETCOTE (Escuelas Talles, Casas de Oficios y Taller de Empleo) proporciona esta formación. Por su parte, el eurodiputado popular hacía referencia a una Unión Europea de los ciudadanos como proyecto solidario frente a un modelo de organización neoliberal, quedando muy claro en su intervención que las políticas activas de empleo serían prioritarias, apuntando la necesidad de mejorar la capacidad de inserción laboral. Finalmente, Alejandro Cercas, por un lado aclaró las dudas que allí se platearon sobre todo las dirigidas a las Escuelas Taller más allá del horizonte 2006, indicando que los Gobiernos tendrían que responder ante las instituciones comunitarias; por otro lado, puntualizó que mas allá de 2006 no estaba resuelto si españoles, portugueses o griegos, los grandes beneficiarios de las ayudas, dejarían estos recursos a polacos, checos o húngaros. En 2001, teníamos el horizonte 2006, lleno de dudas, pero al menos lo teníamos.


El Programa de Formación y Empleo ETCOTE ha conseguido cotas de inserción laboral que ningún otro programa similar había conseguido nunca. Al decir Programa no me refiero sólo a la metodología de “aprender trabajando” y a la formación profesional de miles de jóvenes, sino también al futuro de cientos de profesionales (profesores, monitores, personal de administración, personal de dirección) que durante años se han dejado la piel y mucho más para levantar y mejorar el nivel de preparación profesional de jóvenes y adultos en situación de desempleo. Frente a los incrédulos que han visto más el aspecto económico (es un programa caro) que el aspecto humano y social de sus participantes, tanto de jóvenes como de adultos, es justo y conveniente comentar que muchos de los jóvenes emprendedores que tiene España han salido de las canteras de las Escuelas Taller. Y esto hay que decirlo bien alto. 

Este Programa, que nació en el año 85, con tasas en desempleo juvenil similares a las actuales, consiguió que muchos de los oficios que estaban a punto de extinguirse no se perdiesen, como por ejemplo el cantero de la piedra, el forjador de hierro, el mampostero, etc. Sin este programa hoy sólo quedaría el martillo o el cincel porque ya no existirían profesionales capaces de mantener estos oficios; muchos de los edificios históricos de nuestro rico Patrimonio Histórico y Artístico estarían en estado ruinoso o en ruina total. Pero gracias a la labor del Programa ETCOTE, numerosos edificios históricos se pueden visitar y son fuente de ingresos económicos para muchos pueblos. Gracias a las Escuelas Taller, muchos jóvenes han obtenido su primer contrato de trabajo que les ha abierto las puertas de su futuro; todos ellos han aprendido medidas de seguridad y de prevención contra posibles riesgos laborales; muchos de ellos han podido participar en Programas europeos como el Leonardo para visitar, convivir y participar en actividades profesionales y educativas en otros Centros europeos de características similares a su Escuela Taller. Gracias también a la labor llevada a cabo en las Escuelas Taller miles de jóvenes han obtenido el Graduado en Educación Secundaria y han proseguido sus estudios en Módulos de Formación Profesional. Y esto también hay que decirlo bien alto. Finalmente, muchos de estos alumn@s hoy en día son excelentes profesionales, docentes e incluso directores y directoras de proyectos en otras Escuelas Taller. Esto también hay que decirlo bien alto.

Desde aquella charla debate en el Club Diario Levante de Valencia han transcurrido más de diez años. En estos momentos, octubre 2012, no sabemos qué va a ocurrir con el Programa de las Escuelas Taller, uno de los mejor valorados, por técnicos y expertos, como consta en varios informes enviados a la Comisión Europea. Este programa que va dirigido a colectivos vulnerables, como los jóvenes que abandonan sus estudios tras su fracaso escolar (abandono escolar prematuro) o los adultos en situación de desempleo, se encuentra en un punto muerto.

Sin embargo, todavía hay centros funcionando persiguiendo el mismo objetivo: formar profesionalmente a jóvenes y adultos sin trabajo. No sabemos si continuarán en un futuro próximo o no. Nadie, absolutamente nadie, ni a nivel institucional ni a nivel político, nadie está diciendo ninguna cosa sobre el futuro del Programa. Ante esta situación tan grave y porque tememos lo peor para el Programa de las Escuelas Taller, Casas de Oficios y Talleres de Empleo, levantamos nuestra voz. Exigimos una explicación a las instituciones y a los políticos porque está en juego el futuro de miles de alumnos.

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